Supervivencia.

La vida nos enseña a muchas cosas, pero otras tantas nos son innatas. 

Como el hecho de respirar, o el huir de una casa en llamas.

Pero lo cierto es que por mucho que veamos como se provoca un incendio,

siempre nos dejamos impresionar por las llamas. 

Algunos son precavidos,

otros huyen

y los más tontos se dejan quemar.

Aun siento el ardor.

ardor que pensaba que acabaría conmigo

y lo cierto es que sigo bien vivo.

Eso sí, estas cicatrices no me las quitará nadie.

Qué dolor.

XoXo