martes, 8 de febrero de 2011
Esto.
- Deberías dormir, y yo debería irme a mi casa.
- Me da miedo la oscuridad, nunca me ha gustado dormir solo.
- Pero duermes bajo un manto de estrellas brillantes, no debes temer a la oscuridad. ¿Qué cambiaría si me quedara?
- Tú arruinas mi oscuridad... Además me haces sentir bien con el calor de tu piel.
- Puedes taparte con una manta, es lo mismo.
- Sabes que no...
- ¿Por qué? tienes mil estrellas y mantas que deberían hacerte sentir bien.
- Pero ninguna lo hace como tú.
- No digas tonterías, me voy que es tarde...
- Quédate... no me hagas dormir solo, ¿y si vienen los monstruos?
- En fin... me voy.
- Quédate.
- Adiós.
- ¡No! ¡me niego! y sabes que quieres estar aquí.
- .........¿Hasta cuando?
- Hasta que salga el sol.
- Y luego, ¿me iré?
- Y luego ya buscaré otra escusa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario