jueves, 21 de abril de 2011

Toneladas




Hay momentos en el que crees que el mundo tiene un peso lo suficientemente minúsculo como aguantarlo con una única mano,
otras sin embargo es como si se expandiera,
como si codiciara la inmensidad.
Pero tú no quieres eso,
no puedes controlarlo todo por mucho que quieras.

Te sientes tan pequeño que vuelves a sentirte apartado,
otra marioneta más de la sociedad...

No, no quiero y no puedo soportarlo.
No quiero ser eso.



Quiero Gritar
y amar mi libertad.



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