lunes, 18 de enero de 2010

Fuego Precoz

Me encanta el ardor del infierno en mi garganta gritando mi impotencia, quejándose y blasfemando. Ardiendo por una estúpida apuesta a ver quien podía reír más fuerte.
Gritos, llantos, gritos, llantos, gritos, llantos....
El fuego es cálido, se apiada de cada célula de tu cuerpo, abrasándola, ahogándola. Para que nunca vuelva a nacer.
¿Pero quién ha dicho que yo moriría quemado?, lo dije una vez y lo vuelvo a decir:

REnacer de las propias lágrimas, como un Fénix lo hace de sus propias cenizas.

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